FRANK HOLDER SOBRE CARLOS
Lalito, saludos. Me acabo de enterar de esa ingrata
noticia, noticia sorpresiva. La muerte de Carlos es muy dramática porque
acontece a pocos meses de la de Edgar.
Dos hermanos que se marchan definitivamente de este plano, en tan poco tiempo, son dos golpes muy duros del destino.
Recuerdo que solíamos filosofar sobre la muerte como
algo natural; sin embargo, es muy doloroso admitir esa verdad inevitable de la
vida, cuando afecta el entorno familiar.
Carlos era un ingeniero talentoso, un intelectual, un
académico con amplios conocimientos en muchas áreas del quehacer humano.
Incluso, incursionó en la radio con su
rocola con mucho éxito.Pero por sobre todo, Carlos era un hombre de gran corazón, de trato
afable, siempre presto a entablar una conversación agradable con cualquiera que
se acercara a esa esquina emblemática de la avenida Bolívar, donde vivía. Desde
esa casona se ganó el cariño de mucha gente, porque era respetuoso y sincero en
su trato. Su cordialidad y su sonrisa eran permanentes. Tenía una personalidad
que inspiraba confianza.
Su soledad no era tal, porque siempre estaba rodeado
de familiares y amigos.
Nos sorprende y nos duele mucho su partida.
Tenía un gran parecido físico con doña María, su
madre, de allí su dulzura y ese espíritu bondadoso.
Carlos tenía un don único para socializar y entablar
esas relaciones pueblerinas cálidas que
hacen posible la convivencia y la solidaridad entre la gente de paz y buenas
costumbres.
Carlos deja un gran legado entre nosotros: el recuerdo
de un hombre bueno, soñador y romántico, cuyas huellas terrenales
permanecerán para siempre.
En estos momentos difíciles, ruego, para ti y tus
familiares, mucha fortaleza espiritual , y mucha fe para sobrellevar este
amargo instante.
Dios Todopoderoso, guíe el alma de Carlos en el sendero
hacia la Eternidad.
¡Bendiciones!
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